Fanatismo político con carácter religioso en el Sur peruano

PERÚ EVENTOS EN VIVO 09/01/2023.- ¿Qué está ocurriendo en las mentes brillantes de nuestros hermanos del sur peruano? ¿Acaso el fanatismo político con carácter religioso en el Sur, hizo presa fácil para que se volcaren a las calles y ponerse la camiseta del terror al estilo sendero luminoso, despreciar y humillar nuestra democracia constitucional que brilla con luz propia al alcanzar niveles de éxito y grandeza en nuestra economía durante más de 20 años?

El trabajo soterrado y silencioso de la izquierda radical, el comunismo o socialismo dio hoy sus frutos con el apoyo logístico de exlíderes senderistas libres que fueron premiados por el gobierno de Paniagua y Toledo, que hoy se ve reflejado con el trabajo perverso y terrorífico que realizan en las calles y avenidas de las regiones de Puno, Arequipa, Abancay y Ayacucho con la destrucción e incendio de locales públicos y privados.

A ello se suma, unos cinco mil lacras que se han infiltrado en el sur del Perú, los Ponchos Rojos que pertenecen al partido político del MAS del pedófilo narco terrorista Evo Morales, cuyo partido tiene varias oficinas en las regiones del sur del país.

Asumo entonces que el sabio puede cambiar de opinión, el necio nunca. El fanático es alguien que no puede cambiar de opinión y no quiere cambiar de tema. Cuando el fanatismo ha gangrenado el cerebro, la enfermedad es incurable. Hoy en día, el fanatismo político con carácter religioso se ha adueñado en el Sur peruano y se usa mayormente hacia una causa política o hacia una persona a quién idólatra, entonces estamos hablando del expresidente preso Pedro Castillo Terrones y el líder del partido de Perú Libre, Vladimir Cerrón Rojas.

Entonces como explicar el comportamiento de nuestros compatriotas el rechazo o desprecio al ordenamiento jurídico establecido constitucionalmente, nos corresponde brindarles una respuesta inmediata para recordarles lo que el Estado peruano hizo por ellos, como a las demás regiones del país.

A partir de las elecciones regionales de noviembre del 2002, el Perú se insertó en la corriente descentralista iniciada en Latinoamérica varias décadas atrás.

La descentralización es un proceso político-técnico que forma parte de la reforma del Estado peruano y está orientado a alcanzar un buen gobierno, es decir, un gobierno efectivo, eficiente y al servicio de la ciudadanía. Es el proceso de transferir dentro del Estado: Autoridad y capacidad de decidir, Recursos (dinero), Poder y funciones.

Es decir, a partir de este momento, el Estado peruano dejo de ser un gobierno centralista de un modelo de desarrollo económico y políticas públicas que han favorecido la concentración, donde más del 90% de los ingresos y más del 80% de los gastos estaba en manos del gobierno central, para pasar a un estado descentralista democrático y horizontal a fin de lograr el desarrollo genuino, económico y social de las regiones del país.  

La voz del pueblo es la voz de Dios, bajo este precepto real y divino dicho, el país se volcó a las urnas electorales a elegir a sus propias autoridades regionales, provinciales y distritales, es muy lamentable que como electores caímos en la misma trampa de siempre, dejarnos llevar por el populismo y la demagogia de nuestros “líderes”  que solo vieron nuestras riquezas regionales en un plato bien servido para robar y generar pobreza y extrema pobreza principalmente en nuestros pueblos del sur peruano.  

Tanto es así que logramos alcanzar una corrupción descentralizada donde un 84% de gobernadores regionales electos en el 2018 son investigados, la mayoría de la izquierda radical o frentes regionales que nacieron impunemente como Junín, Puno, Áncash, Arequipa, Madre de Dios, Huánuco, Tumbes y Ucayali ya no ejercen sus cargos. Algunos figuran con sentencias, cumplen prisión preventiva o están prófugos. Un total de 21 autoridades regionales actualmente en funciones, entre las que figuran gobernadores encargados, tiene investigaciones en curso en el Ministerio Público, de las cuales el 70% está referido a delitos de corrupción de funcionarios.

Según información de la Procuraduría Anticorrupción hasta octubre 2021, estos son los casos de gobernadores regionales por tipo de delito: Colusión 38%, Peculado 19%, Negociación incompatible 15%, Malversación 10%, Cohecho 6% y otros 12%.

Presupuesto existe, solo falta desterrar la corrupción enquistada en todos los sectores del gobierno, ojalá el Congreso de la República apruebe leyes específicas como gobernadores o alcaldes que no utilizan sus recursos, sean destituidos del cargo elegido. El país es próspero hay para generar grandes proyectos en infraestructura vial, telecomunicaciones, edificios habitacionales, agropecuarios, industriales y de servicios como educación, salud, entre otros. (FIN/AOTDA)